RAGGAETONMANÍA.

Muchos no van a compartir mi opinión sobre este genero que se ha tomado el mundo entero, pero en Colombia hay una proliferación de nuevos cantantes de raggaetón unos buenos la mayoría malos, con letras sin sentido y música 100% computarizada. Sin embargo cabe anotar que esta propuesta musical tiene mucha aceptación, sobre todo entre las y los jovencitos que desde muy temprana edad empiezan a experimentar su vida sexual al bailar de forma grotesca hasta el punto de casí excitarse.

También cabe decir que muchos de los artistas pioneros en esta propuesta musical han mejorado su calidad tanto de letra como de producción, ha mezclado instrumentos como el violín, guitarras eléctricas, trompetas entre otros. Algunos ha querido experimentar con propuestas urbanas que incluyen música tradicional, salsa, pop, rock entre otros, ajustándose a las exigencias del mercado musical que de ser muy competido debido a algunas variables como la piratería ha tenido que diseñar otras estrategias de mercado.

Don Omar, Tito el Bambino, Tego Calderón son algunos de los artistas que han mejorado su estilo musical, lo que les ha permitido no solo cambiarle la imagen a este genero, sino que les ha permitido entrar en escenarios de mayor competencia y fusionar su estilo con el de cantantes, como Víctor Manuel, Enrique Iglesias, Franco Devita, Rubén Blades, y nos quedaríamos mucho rato enumerando la lista de colaboraciones.

Ahora, en Colombia y en especial en Cali, se ha proliferado una serie de propuestas urbanas carentes de talento, letra y música, hago referencia al tal choque que desde Buenaventura ha venido tomando fuerza hasta radicarse en Cali, y desde aquí a otros lugares del país. La aceptación de  esta propuesta es total, es lo que está de moda entre los niños y los adolescentes y preadolescentes. El plus de esta música es la invitación a tener sexo y a explorar el cuerpo de la mujer en todas sus formas.

Para muchos estos contenidos afectan la dignidad de las mujeres, pero son ellas (a las que les gusta) las que promueven el éxito de estas canciones en la radio, porque si algo es cierto es que sin demanda no hay oferta.

Todo no es malo, ya que en medio de la música urbana hay propuestas y artistas que se rescatan entre ellos está la agrupación puertoriqueña Calle 13 que en sus letras le canta a la desigualdad, a los malos gobiernos, a la pobreza y diversas situaciones sociales que para muchos cantantes no están en su repertorio, es que esto se consigue no con el objetivo de hacer dinero con la música si no con la expectativa   de generar un cambio en la mentalidad de quienes la escuchan, evidentemente hay unos factores que intervienen en cada propuesta; valores, estilo musical y objetivos personales que son respetables.

Para orgullo de muchos de nosotros la agrupación chocoana Choqibtow ha logrado traspasar fronteras para llevarle al mundo la tradición del Pacífico colombiano y mas que eso, en sus letras las problámaticas y cotidianidad de la comunidad afro del Pacífico.

De acuerdo o no, la musica es magia y hay gustos para todos y es respetable.


Jhon Edward Sanmarino.